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Me quiero quejar de algo

Me quiero quejar de algo y no sé bien de qué, todos estos días sentí la necesidad inmensa de quejarme por sentir que vivo ante la constante exigencia del todo. ¿Realmente vinimos al mundo a atender a las demandas del caos social? ¿Cuál es mi rol como participante activo del caos que nos acontece? No logro detenerme un segundo ante el flujo energético de los días, veo pasar al sol y a la luna frente a mí como si fuera un bucle de software más. Creo que resulto ser más que solidificante en mi mente el criarme bajo la tutela de una computadora. Desconozco de dónde provino tal pasión, pero la fórmula que compone a un hijo único y una pantalla puede ser desencadenante de muchas aristas. El primer recuerdo que tengo de haberme sorprendido con la tecnología fue en jardín de infantes, salita de cuatro. Teníamos una habitación de informática donde tengo la reminiscencia de que había solo una computadora (o al menos que recuerde que anduviera) que probablemente usara Windows 95 como sistema oper...

No te mueras

Me encontré viendo un documental en Netflix titulado "No te mueras: el hombre que quiere vivir para siempre". Narra la vida del protagonista en cuestión llamado Bryan Johnson, un exitoso empresario quien pertenecía a la religión mormona y luego de un profundo proceso de transformación decide alejarse de la misma y emprender su nueva vida lejos de las ataduras de pertenecer.

Tiene el objetivo de vivir la mayor cantidad de tiempo posible y no hablamos de simplemente cuidarnos con la alimentación, hacer algo de ejercicio, vivir una vida sana, Bryan lleva esto aún más lejos proponiéndose una seguidilla de rituales diarios los cuales acata con sumo compromiso.

¿De dónde provienen estos "rituales"? De un protocolo denominado "Blueprint". Comparto el siguiente párrafo desarrollado por IA:

"Bryan Johnson's Blueprint es un protocolo de longevidad basado en ciencia y tecnología que busca optimizar la salud y ralentizar el envejecimiento. Bryan Johnson, un empresario de tecnología y biohacker, ha invertido millones de dólares en investigaciones y pruebas en su propio cuerpo para medir y mejorar sus biomarcadores de salud con el objetivo de alcanzar una longevidad extrema.

Principales aspectos del Blueprint
Dieta extrema 🍏: consume aproximadamente 1,977 calorías diarias, con una dieta rica en vegetales, frutos secos y proteínas de origen vegetal. 
Evita el azúcar y los alimentos ultraprocesados. Come siempre a la misma hora (alimentación restringida en el tiempo).

Suplementos y fármacos 💊: toma más de 100 suplementos diarios, incluyendo resveratrol, metformina, rapamicina y otros compuestos asociados con la longevidad. Su objetivo es reducir la inflamación y mejorar el funcionamiento celular.

Ejercicio y sueño 🏋️‍♂️😴: entrena intensamente con cardio y pesas durante 1 hora al día. Prioriza el sueño con un horario estricto y monitorea su descanso con dispositivos avanzados.

Mediciones avanzadas 📊: se somete a pruebas médicas constantes para medir su edad biológica. Afirma haber reducido su edad biológica en varios órganos, incluidos el corazón, la piel y los pulmones.

Terapias experimentales 🧬: ha probado transfusiones de plasma, donde inicialmente usó sangre de su hijo. Explora tecnologías como estimulación eléctrica, crioterapia y monitoreo de ADN.

El Blueprint de Bryan Johnson es controvertido porque algunos expertos dudan de su efectividad a largo plazo, pero ha captado la atención de la comunidad científica y tecnológica."


Bryan toma a diario más de 100 píldoras. Diversidad de suplementos que le proveen todos los nutrientes necesarios para ralentizar el envejecimiento de su cuerpo, a la vez que lo acompaña de sesiones diarias y muy detalladas de luz que genera artificialmente, estricta rutina de ejercicios, etc.

Observarlo a simple vista es asombroso, su edad es de 47 años y según él ha logrado rejuvenecer cinco. A decir verdad no luce su edad, según mi perspectiva es una extraña combinación entre ver a una persona adulta y a un joven de 18 años. Su cuerpo pareciera sano y los característicos rasgos faciales de una persona de su edad a duras penas logran hacerse notar.

Es un adelantado en riesgos genéticos, ofrece su cuerpo como un experimento de múltiples tratamientos novedosos que han tenido resultados exitosos pero mayormente aplicados a animales de laboratorio como ratones. Los estudios realizados en él no siguen las mejores condiciones controladas respecto a lo que la ciencia necesita para verificar la exactitud de los logros de todos los métodos que dice aplicar a diario en su vida para evitar el envejecimiento, pero si quizás podremos en algún futuro no tan lejano poder analizar los beneficios conseguidos por él y que posiblemente algunos otros puedan replicar de una mejor manera en sus vidas.

Bryan afirma no tener miedo a la muerte, solo se considera un amante de la vida y desea vivir la mayor cantidad de tiempo posible con su hijo. Acá me nace un debate que intentaré elaborar en este misma publicación. ¿Por qué una persona quisiera vivir la mayor cantidad de tiempo posible? Hace pocos meses pude ir a un encuentro de filosofía donde exponían Dario Sztajnszrajber y Alejandro Dolina llamado "La conversación infinita", en ella se debatía con mera destreza sobre las vicisitudes de la vida y el principal problema que la aqueja, la idea de la no existencia, la finitud, el no-ser, es pocas palabras: la muerte.

Calavera con un cigarrillo (1885-1886)
Vincent van Gogh

Qué curiosa la muerte, qué curiosa y temida nos resulta, Dolina hablaba sobre aquellos que solían afirmar del posible aburrimiento que conllevaría vivir eternamente y dándole revisiones en mi cabeza al tema tenía sentido razonar que el aburrimiento sería lo menos preocupante si consideramos el gran número de conocimiento que la humanidad tiene acumulado y que se encuentra en constante elaboración, porque claro... teniendo tanto tiempo porque vivir las penumbras del día a día se volverían menos pesadas. Ya no tendríamos que apresurarnos por lograr los objetivos impuestos por una sociedad segmentista donde el capitalismo nos guarde la moda etaria justa. Podríamos vivir en los eternos 20 años de ser así, o explorar por la línea del tiempo como si de un juego se tratara.

Imaginemos por un momento que Bryan lograse un método revolucionario que nos permitiera a todos como sociedad vivir más tiempo, también tengamos en cuenta el problema de superpoblación que tenemos como especie en el mundo donde hay personas que pareciera que nacen destinadas a la indigencia y la exclusión social. ¿Sería posible para todos obtener la píldora de la eterna juventud? ¿De la no muerte? ¿Sería acaso compartida entre todos los estratos sociales a un precio justo? Porque de lo que no me cabe duda es que la inmortalidad es un estado preciado y perseguido en la historia por numerosos personajes célebres, donde cientos de mitos y leyendas nos han contado sus increíbles historias por conseguirla.

Y ya se que nunca partimos hablando de la inmortalidad en si misma, solo de la extensión de la vida y de su calidad. Porque claro... ¿Quién quisiera extender su vida si partiéramos en que la agonía esta en la letra chica del contrato? Imagino que hablamos de extenderla sintiéndonos físicamente plenos y espiritualmente conformes (cayendo en la trampa de no saber bien que es a lo que me refiero).

De algo estamos seguros... la muerte acecha. Y desde siempre nos resultó algo incomprendido y a su vez tan atado a la naturaleza humana. Según Dolina viviríamos más plenos si recordáramos diariamente que nos vamos a morir, sin caer en la desesperación de que todo termina ahí, solo con el profundo deseo de lograr que nuestro presente sea vivido con un éxtasis mucho mas profundo y consciente.

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